Es fácil escribir cuando una idea me da vueltas alrededor de la cabeza. Resulta, sin embargo, bastante complicado hacerlo cuando una maraña de ideas se enreda en mis órganos vitales: básicamente, el cerebro y el corazón.
Por eso vuelvo a este diario. Sólo para dejar un hueco.
Por si algún día recobro las fuerzas. Por si volviéramos a creer en la buena suerte.
Mucho ánimo... cruzo hasta los dedos de los pies para que vuelvas a recobrar fuerzas y a creer... ;)
ResponderEliminarGracias Saray. Un abrazo.
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