No sé si os acordaréis de la papelería Águeda.
Pues la papelería Águeda ahora es la frutería La Cesta de Manuela. Esto, en su día, me dio mucha pena.
Pero ocurre que ayer, al pasar por delante del local, entendí que no todo estaba perdido. Que pervive aún un vestigio de la papelería. Y no un vestigio cualquiera sino, nada más y nada menos que el toldo.
Esa tela que se extiende para hacer la sombra.
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