Llevo algún tiempo bastante interesado en la poesía experimental. O experimentando con la poesía, que no es lo mismo. Aunque podría serlo.
El caso es que ahora, en vez borradores, anoto en mi libreta proyectos de poemas visuales, poemas objeto o incluso performances poéticas que se me ocurren.
Ayer, en el cuarto de baño de mi padre, encontré este tubo de pasta de dientes. Por un momento dudé sobre si considerarlo o no un poema visual. Me imagino que podría encontrar tanto argumentos a favor como argumentos en contra.
Lo que sí me queda claro es que esta pasta contiene bradosol. Y que el bradosol tampoco está en el diccionario.
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