Cómo explicarte,
si cada día vuelve a ser
y el error ya se me supone,
que no soy yo, sino el amor
el que a tus ojos me hace el mismo.
Y cómo te agradezco.
Cómo secar, papá,
ese dolor por mí
sin atreverme a rozar tu cara.
¿Y como diré,
la culpabilidad
de no poder salvarte?
Alberto Acerete es un poeta muy joven que, aunque no vive de la poesía, sigue vivo gracias a la poesía. Ha confesado que, a pesar de todo, escribe porque no es completamente feliz y que aspira a no necesitarlo. Quiere no tener nada que contar. Y reirse.
si cada día vuelve a ser
y el error ya se me supone,
que no soy yo, sino el amor
el que a tus ojos me hace el mismo.
Y cómo te agradezco.
Cómo secar, papá,
ese dolor por mí
sin atreverme a rozar tu cara.
¿Y como diré,
la culpabilidad
de no poder salvarte?
Alberto Acerete es un poeta muy joven que, aunque no vive de la poesía, sigue vivo gracias a la poesía. Ha confesado que, a pesar de todo, escribe porque no es completamente feliz y que aspira a no necesitarlo. Quiere no tener nada que contar. Y reirse.
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