miércoles, 6 de enero de 2010

32. AYER.


Aprovecho la opción "responder a todos" que me ofrece el mensaje para deciros algo que, uno por uno, quizá no me atrevería.

Y es que me encanta estar con vosotros. Mucho o poco tiempo. De forma casual o premeditadamente.

No voy a tratar de explicar por qué; que a veces las palabras pueden limitar los significados de un sentimiento.

Prefiero quedarme con la sonrisa, con el abrazo. Con ese regustillo que, al despedirse, sabe que ha merecido la pena.

2 comentarios:

  1. Así que éste es mi regalo de reyes... como no me has podío dar ningún regalo... jejeje por cierto, se me dan fatal las despedidas, bueno, las bienvenidas peor, jajaja

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  2. Yo, que me paro a reflexionar sobre lo cotidiano tan poco, siempre he dado por hecho que las palabras sólo concretaban o incluso enriquecían los significados.

    Pero qué razón tienes!...

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