Hay una mujer que envidia a las estrellas de mar porque, cuando pierden un brazo, dedican todas sus células a regenerar la parte que les falta. Las envidia porque ella, para recuperar la integridad de su cuerpo, necesita de la acción de otros cuerpos.
Aunque miles de personas ya han visto su cicatriz, ella nos necesita a todos. Porque detrás de esta mujer hay muchas otras mujeres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario