Ahora me han pedido que escriba una serie de poemas eróticos. Cinco en total, para rellenar las cinco páginas que me han reservado en una antología erótica.
Si escribir un poema ya me parece bastante arriesgado, escribir un poema erótico me parece un ejercicio de auténtica autolisis.
Eso, por no hablar de la paradoja de que el encargo haya llegado en este periodo de celibato permanente en el que vivo instalado desde hace meses y que, si bien no ha sido autoimpuesto sí es, en cierta forma, autoconsentido.
Pese a todo, creo que debo aceptar el reto. Y me pongo manos a la obra.
Si escribir un poema ya me parece bastante arriesgado, escribir un poema erótico me parece un ejercicio de auténtica autolisis.
Eso, por no hablar de la paradoja de que el encargo haya llegado en este periodo de celibato permanente en el que vivo instalado desde hace meses y que, si bien no ha sido autoimpuesto sí es, en cierta forma, autoconsentido.
Pese a todo, creo que debo aceptar el reto. Y me pongo manos a la obra.
¿Cinco? Pues por el... ¡Seis páginas a 23 líneas cada una!
ResponderEliminarLo de tu celibato consentido no es excusa que yo también podría escribir unas buenas "crónicas de una soltería crónica". Es cuestión, Martín Lucía dixit, de "erotizarte". No voy a decierte como, pero la mayoría de mis poemas del libro se escribieron de madrugada XDD