manada del aljibe limpio y claro
que habita el interior de los poetas.
La verdad, toque fiesta o toque luto
sigue su curso en palabras cisterna
que abastecen la casa del sediento.
Por eso el de Granada no se ha muerto
como los que se olvidan para siempre
en un montón de perros apagados.
Sus versos no son el agua pasada.
Cerró el piano pero siguió la música
quedará el dolor pero no el silencio.
quedará el dolor pero no el silencio.
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