Esta historia comienza con una convocatoria de arte correo cuyo tema era revolver, así, sin tilde en la o. En un primer momento pensé que se trataba de algún despiste por parte de los comisarios de la convocatoria pero después pensé que quizá la omisión había sido a propósito.
Ante la duda, decidí que, lo mejor, era revolver la palabra revólver.
Al final, creí que el poema tenía tirón y lo envié a probar suerte al Premio Sargantas de Poesía Visual, organizado por el Ayuntamiento de Chiva (Valencia).
El caso es que mi arma de corto alcance ha sido seleccionada por el jurado para la exposición que se inaugurará el próximo 7 de noviembre.
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