Esta noche, en la presentación de su libro Llueven Queers, Coco Riot (en la foto a la derecha) ha reconocido que ser queer no es nada fácil. Que hay un largo proceso hasta ser capaz de mostrarse como tal. Que un acto cotidiano, como ir al baño en un aseo público puede convertirse en un calvario. O que, a veces, te dan una paliza en plena calle.
Ser queer es ser vulnerable. Y, sobre todas las cosas, ser queer es ser un sujeto extraño, poco usual, imposible de definir.
Nos ha explicado cómo en su libro ha recogido las anécdotas más personales. Algunas felices y otras no tanto, pero todas verdad.
Al final, no me ha quedado claro si Coco es un chico o es una chica. O si no es ni un chico ni una chica. O si quizá es las dos cosas. O si es otra cosa, diferente a todas las anteriores.
Lo que sí me ha quedado claro es que esta noche he encontrado mi verdadera identidad.
Me alegra encontrarme de vez en cuando a compañeros blogueros que siguen escribiendo. ¡Qué güeno! Blogueros digo, porque ya se me olvidó el nombre de aquella blogsfera tan hipster y cateta a la vez.
ResponderEliminarUn bezo!
PD: Aquí ando intentando volver de nuevo, a la blogsfera, ahora que soy linuxero, jejeje ^^