Ya dije
no sé quién inventa el olor de las casas,
no sé.
Más aún si lo que te gusta es mirar desde arriba
la vista ruinosa de los tejados
y la pared deslucida
y los muros
y las sucias puertas de las casas viejas de aquí.
Más aún,
si ya no recuerdas que
no es el olor
sino la bondad de las cosas
al exhibir su derrota.
Este poema, de la poeta colombiana Andrea Cote, lo he extraído de la antología "Poesía ante la incertidumbre" editado por Visor.
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