A veces pienso en el título de un texto
antes incluso de haberlo escrito:
la historia del niño que cazaba grillos,
el verano en que leí Rayuela,
o está el títere tiritando de frío.
A veces pienso que pierdo el tiempo
distrayéndome en las reuniones,
restando a mis noches horas de sueño
inventando títulos de historias
que probablemente nunca escriba.
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Po que zepa que por culpa de la probabilidad, se inventó la estadística, y picha! la estadística es una gran mentirosa, así que ten cuidaíto!! :)
ResponderEliminarPero si los títulos en sí ya son historias...
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