Hoy, en el comedor, he elegido el menú por motivos estrictamente literarios. Y es que no todos los días la oferta de hasta seis platos de la oficina me ofrece la opción de formar una paranomasia entre el primero y el segundo.
Por eso, he renunciado a probar el pollo al horno con patatas y le he recitado a la camarera, alto y claro, que yo hoy pasta y pisto.
P.S. La paranomasia no es la enfermedad de tomar decisiones utilizando criterios meramente poéticos sino un recurso literario consistente en la utilización de dos o más vocablos semejantes.
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