lunes, 19 de octubre de 2009

16. HOY: LENTEJAS.



Seguro que siempre habrá un voluntario
dispuesto a defender que no es posible
usar las legumbres en un poema
dos veces en una misma semana.

A ese mismo le contaría entonces
cómo nunca antes había yo sentido
inquietud tal a la hora de comer
un plato de lentejas estofadas.

Y como tampoco antes esta urgencia
de dejar la constancia por escrito
de tan grande suceso sólo por si
algún día cometo la imprudencia
de contártelo y tú -a veces pasa-
me dices que no, que no te lo crees
que me deje ya de inventar historias
y apuestas a que no fue para tanto.

1 comentario:

  1. Nunca me salen tan ricas como las que hace mi madre, supongo que es porque no tengo paciencia, la que tal vez tuvo ella al criarme. Me gustaria alguna vez... tener paciencia para hacer las cosas bien hechas, sobre todo, las que se hacen con amor.

    ResponderEliminar