domingo, 27 de septiembre de 2009

7. POR QUÉ ESCRIBIR.

Así, en general, no lo sé.

Me conformo con encontrar la explicación, si es que la hubiera, de por qué escribo yo.

Escribo porque tengo cosas que contar y no siempre a alguien a quien contárselas.

Escribo porque no tengo memoria y hay historias que vivo que no quisiera perder para siempre.

Escribo porque no tengo hijos ni he plantado árboles y me resulta triste morir sin dejar una prueba de mi paso por el mundo.

Escribo por si puede interesarle a alguien o para que alguien me quiera.

Escribo para reinterpretar la realidad. Para convencerme de que las cosas ocurren como yo las escribo y no como realmente suceden.

Escribo para conocerme mejor, para sorprenderme a mí mismo, para ordenar los pensamientos o para matar el tiempo los domingos.

Escribo para tener la excusa de sentarme solo en las cafeterías que tienen wifi, sacar mi portátil de diez pulgadas y ponerme a teclear. Entonces, sin mirar a nadie, fantaseo con la gente que está sentada en las otras mesas, y que de vez en cuando me mirarán y hasta es posible que piensen que debo ser un chico de lo más interesante.

Escribo para no tener que hacer otras cosas. Para no ver la tele ni coger el teléfono y para no bajar la basura.

Escribo para dejar de levantarme a las siete menos cuarto de la mañana y, algún día, empezar a acostarme a las siete menos cuarto de la mañana.

Escribo porque no sé dejar de hacerlo y porque, a veces, he llegado incluso a sentir que vivo sólo para tener algo sobre lo que escribir.

2 comentarios:

  1. Lo que más me ha gustado, es precisamente en lo que yo no había pensado... Lo de transformar la realidad...

    Escribir es dibujar con tu filtro... Y así se conoce mucho a la gente, y se le quiere también por eso...

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  2. Hacía tiempo que no me identificaba tanto con lo que dices y por lo que yo, a veces, también escribo.

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