domingo, 3 de marzo de 2013

196. POSTURAS ANTE EL PRIMER AMOR.

Era la primera vez que iba a la inauguración de una exposición en la que se incluía alguno de mis trabajos. Inevitablemente conocí a otros artistas que, como no podía ser de otro modo, alabaron mi obra. Y, creo que eso se ha entendido, el como no podía ser de otro modo no hace referencia a la calidad del poema visual que presenté sino más bien a las extrañas reglas que rigen la diplomacia.

Por eso, más que nada, decidí emplearme a fondo en la observación de las reacciones del público ante mi pequeño tratado sobre el primer amor.

La mayoría de la gente no pasó de largo. Y no sé si fue por la elección del rojo de fondo o por el hecho de que la obra incluyera un texto, que casi nadie renunció a leer, el caso es que algunos se pararon un tiempo considerable frente a ella. Como esta señora que, durante la lectura de mi estómago adoptó hasta tres posturas diferentes. 




Hubo quien llegó, miró, leyó y quién sabe si recordando un propio tratado de su primer amor, durante el proceso se abrazó.



Otros, como este señor, adoptaron posturas extrañas.


Hubo quien prefirió la obra de al lado.


Y quien bailó enfrente del cuadro.


También había una chica que quiso llevárselo a casa. De la misma forma en que yo, tantas veces, me he traído a casa las historias de los otros.


Justo después de hacer la foto del poema visual, la chica hizo una segunda foto al cartel con el título de la obra y el nombre de su autor. No sé si alguna vez me googleará, pero, en el caso de que lo haga y se encuentre con esta entrada en el blog, me gustaría enviarle todo mi afecto y proponerle un trato:

El trato es simple, si me envías la foto que hiciste (beltranlaguna@gmail.com), cuando termine la exposición, el cuadro es tuyo.

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